Esta unidad se dedica a diagnosticar y tratar todas las enfermedades metabólicas de los huesos, siendo la más conocida por su frecuencia y morbilidad, la osteoporosis.
El objetivo principal de esta unidad es evitar la primera fractura o la aparición de una segunda fractura en pacientes con una previa.
Para lograr este objetivo, se realizan diferentes pruebas que permiten llegar a un diagnóstico de precisión y así iniciar los tratamientos según las recomendaciones internacionales, encaminados a reducir el riesgo de fractura. Los pacientes son revisados periódicamente para mantenerles en el menor riesgo de fractura posible.
Procedimientos y patologías avanzadas:
La osteoporosis a menudo no presenta síntomas visibles en las primeras etapas. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer signos indicativos:
Si notas alguno de estos síntomas, especialmente si tienes factores de riesgo para la osteoporosis, es importante consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
Las enfermedades metabólicas de los huesos son trastornos que afectan la estructura y la resistencia de los huesos debido a desbalances en los minerales como el calcio y el fósforo, entre otros factores. Estas enfermedades incluyen condiciones como la osteoporosis, la osteomalacia, el raquitismo y la osteítis fibrosa quística.
Estas condiciones pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo deficiencias nutricionales, trastornos genéticos, enfermedades crónicas que afectan la absorción de nutrientes, alteraciones hormonales, y ciertos tratamientos médicos que afectan el metabolismo óseo.
Los síntomas varían según la enfermedad específica, pero pueden incluir dolor óseo, fracturas frecuentes, debilidad muscular, deformidades óseas y disminución de la estatura. Muchas de estas enfermedades avanzan de manera silenciosa, por lo que es posible no notar síntomas hasta que ocurre una fractura.
El diagnóstico puede incluir la evaluación de la historia clínica y exámenes físicos, estudios de laboratorio que analicen niveles de minerales y marcadores óseos, así como técnicas de imagen como rayos X, tomografías y densitometrías óseas.
Muchas de estas enfermedades pueden prevenirse o su progresión puede minimizarse mediante una dieta adecuada rica en calcio y vitamina D, mantenimiento de un peso saludable, ejercicio regular y evitando factores de riesgo como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
Si tienes síntomas de una enfermedad metabólica ósea o factores de riesgo asociados, es recomendable consultar a un especialista como un endocrinólogo, reumatólogo o un médico especializado en metabolismo óseo para una evaluación adecuada y tratamiento.
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