Como prioridad principal en esta articulación nos centramos en la recuperación funcional tras la cirugía que permita la reincorporación del paciente a sus actividades y deportes habituales. Por este motivo se ha potenciado tanto la artroscopia de hombro, técnica mínimamente invasiva.
El hombro es propenso a diversas lesiones debido a su amplio rango de movilidad. Aquí se destacan algunas de las más frecuentes:
La prevención de estas lesiones puede incluir ejercicios de fortalecimiento, estiramientos y descanso adecuado para mantener la salud del hombro.
Las lesiones de hombro pueden variar desde leves hasta graves y el tratamiento adecuado dependerá de la especificidad y gravedad de cada caso. A continuación, se presentan algunos de los tratamientos más utilizados:
La elección del tratamiento debe ser siempre supervisada por un profesional de la salud, que evaluará la lesión de manera precisa para recomendar la mejor opción. Mantener un seguimiento regular y adherirse al plan de tratamiento son clave para una recuperación exitosa.
La causa más común es la tendinitis del manguito rotador y la bursitis, que suelen ocurrir por el uso excesivo de la articulación, especialmente en actividades que involucran movimientos repetitivos por encima de la cabeza.
La prevención de las lesiones de hombro incluye realizar calentamientos y estiramientos adecuados antes de cualquier actividad física, fortalecer los músculos del hombro y del core, y evitar movimientos que provoquen dolor o incomodidad.
Debes buscar atención médica si el dolor de hombro es persistente y no mejora con el descanso, si es severo y limita tus movimientos, o si está acompañado de enrojecimiento, calor o inflamación.
No, la mayoría de los casos de dolor de hombro se pueden tratar con métodos no quirúrgicos como reposo, fisioterapia y medicamentos. La cirugía se considera generalmente cuando los tratamientos conservadores no han proporcionado alivio o en casos de lesiones graves.
El tiempo de recuperación varía dependiendo de la gravedad de la lesión y del tipo de tratamiento. Las lesiones menores pueden requerir solo unas pocas semanas, mientras que las más graves pueden necesitar meses. Seguir las indicaciones del médico y del fisioterapeuta es crucial para una recuperación efectiva.
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